Esta decisión de lanzarme al agua, emprender mi propio camino, ser independiente y romper la estructura editorial tradicional ha sido igual que escribir un libro: una montaña rusa de sentimientos, pero cuando miro a mis autores a los ojos y veo su gratitud, su felicidad y su satisfacción, me doy cuenta de que todo vale la pena y en ese momento confirmo que estoy en el lugar indicado. 

Un día nació Ana, La Editora en Instagram como una idea sin pretensiones, donde quería compartir lo que hacía, y hoy siento que voy en un cohete que no para de soñar, de volar y de crecer. Los libros, los autores y muchísimos proyectos alrededor no ha parado de llegar y cada vez somos más en este grupo de soñadores que al mirar atrás ven con orgullo lo que fueron y quieren compartir lo que son. 

Mi nombre es Ana María Meza y aunque los más cercanos me dicen Nana, me encanta que el mundo me conozca como Ana, La Editora.